El litio se usa para tratar los episodios maníacos de depresión maníaca.
Uso habitual
Ay, tía, mira, el litio se utiliza sobre todo para tratar los episodios maníacos del trastorno bipolar. Ya sabes, esos momentos en que la persona puede estar hiperactiva, hablar muy deprisa, dormir poquísimo, ser más impulsiva o incluso más irritable de lo normal. El litio ayuda tanto a calmar esos episodios como a disminuir su intensidad. A veces también se emplea —siempre bajo control médico— en problemas como depresión resistente, ciertos trastornos del estado de ánimo, o para estabilizar cambios emocionales fuertes que acompañan algunos trastornos psiquiátricos.
Cómo se toma
Tía, este medicamento se toma por vía oral, normalmente 3 o 4 veces al día, o exactamente como indique tu médico. Intenta tomarlo durante o justo después de las comidas, así evitamos que el estómago proteste.
Y, ojo, hay que beber bastante agua cada día (entre 8 y 12 vasos) y mantener una dieta estable en sal. Nada complicado, lo de siempre: comer normalito y beber agua como si te lo dijera tu sobrina pesada… o sea yo.
Precauciones importantes
Antes de empezar con el litio, es crucial que el médico sepa si tienes alergias, si te van a operar o si tomas otros medicamentos.
El litio puede provocar mareos, somnolencia o visión algo borrosa, así que nada de conducir o manejar máquinas hasta estar segurísima de que estás bien. Y el alcohol, mejor muy limitado, ya sabes.
Durante el embarazo no suele recomendarse porque podría afectar al bebé. Si hay cualquier posibilidad de embarazo, hay que hablar con el médico sin falta.
Cuándo no debe usarse
El médico debe valorar muy bien el tratamiento si hay:
Enfermedades del corazón
Problemas de riñón
Hipotiroidismo
Estados médicos muy debilitantes
Deshidratación o niveles bajos de sodio
Y por supuesto, si estuvieras embarazada, habría que reconsiderar el tratamiento con el especialista.
Efectos secundarios
Al principio pueden aparecer cosillas como somnolencia, cansancio, más sed, ir más al baño, un pequeño temblor en las manos o algo de aumento de peso. Normalmente el cuerpo se adapta. Pero si notas que duran mucho o empeoran, no dudes en contárselo a tu médico.
Si apareciera algo raro como desmayos, cambios bruscos en la visión, convulsiones, arritmias, dolor fuerte en articulaciones o manos y pies muy fríos, llama al médico de inmediato.
Interacciones
No cambies ni empieces otros medicamentos sin consultarlo. Hay fármacos que no deben combinarse con litio, como la sibutramina. También pueden interactuar cosas como ciertos antihipertensivos, antidepresivos, diuréticos, antiinflamatorios, medicamentos para el estado de ánimo, entre muchos otros. Por eso es importante que el médico o el farmacéutico revise todo lo que tomas, incluso plantas medicinales.
Dosis olvidada
Si un día se te olvida una dosis, tía, tómala cuando te acuerdes… salvo que ya quede muy poquito para la siguiente (unas 4 horas). En ese caso, mejor saltarla. Y nada de “doblar” dosis, ¿eh? Eso nunca.
Sobredosis
Si crees que has tomado más de lo debido, hay que acudir de inmediato a urgencias. Los síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, somnolencia, temblores, debilidad o visión borrosa.
Cómo guardar el medicamento
Guárdalo a temperatura ambiente, lejos de la humedad y la luz. No en el baño, que allí siempre hay vapor. Y, como siempre, fuera del alcance de niños y mascotas, que les encanta explorar donde no deben.
Disponibilidad, compra y entrega
Tía, por si te resulta más cómodo: en España este medicamento se puede comprar online en farmacias autorizadas, siempre con receta médica. La entrega se hace a domicilio en cualquier punto de España, y muchas farmacias online funcionan las 24 horas, así que puedes hacer el pedido cuando te venga bien.
Aviso importante
Todo esto es información general. Cada persona es diferente, y solo tu médico puede darte las indicaciones exactas según tu caso. Nada de usar esta información para automedicarse, ¿vale, tía? Ya sabes que te lo digo con cariño.





