La cloromicetina se usa para tratar enfermedades infecciosas graves como meningitis, rickettsia, salmonelosis e infecciones anaeróbicas.
Uso habitual
Mira, tía, el Chloromycetin es uno de los primeros antibióticos naturales que se descubrieron allá por los años 40, y desde entonces muchas bacterias ya se han hecho resistentes. Además, puede producir efectos secundarios fuertes, por eso hoy en día se utiliza solo cuando no hay alternativas más seguras.
Este medicamento se emplea sobre todo en infecciones graves como:
Meningitis bacteriana
Enfermedades por rickettsias (fiebre Q, tifus, fiebre maculosa)
Salmonelosis y fiebre tifoidea
Infecciones anaerobias
Infecciones oculares bacterianas (en colirios)
Abscesos cerebrales
Infecciones intraabdominales o pélvicas
Gangrena gaseosa
Peste (como fármaco de segunda línea)
Actúa bloqueando la síntesis de proteínas de la bacteria en los ribosomas, y eso frena su crecimiento. Normalmente su efecto es bacteriostático, aunque en concentraciones altas puede ser bactericida frente a neumococos, meningococos y H. influenzae.
Dosis y modo de empleo
Tía, este medicamento solo se usa cuando es estrictamente necesario. Si tu médico te lo receta:
Síguelo al pie de la letra, nada de saltarse dosis
Mantén intervalos regulares
Evita usarlo repetidamente si no lo indica el médico
Tómalo con un vaso grande de agua
Si lo usas en forma líquida para los ojos, sigue exactamente las instrucciones del médico o del farmacéutico
Vamos, que esto hay que tomarlo con mucho respeto.
Precauciones
Antes de empezarlo, dile al médico:
Si tienes alergias (sobre todo a otros antibióticos)
Si padeces alguna enfermedad crónica
Cualquier antecedente importante de salud
Cuanta más información tenga tu médico, mejor podrá cuidarte.
Contraindicaciones
No debe usarse en:
Personas con hipersensibilidad al medicamento
Embarazo
Lactancia
Posibles efectos secundarios
El Chloromycetin puede causar reacciones serias, así que, tía, mejor estar muy pendiente de cualquier cambio:
Problemas graves de médula ósea, como anemia aplásica
Alteraciones intestinales que pueden ir desde diarrea leve hasta colitis grave
Síndrome del bebé gris en recién nacidos (hipotermia, palidez, shock), muchas veces fatal
Otros síntomas peligrosos:
Hematomas o sangrados inusuales
Cansancio extremo
Fiebre persistente
Sarpullido, hinchazón (angioedema)
Dolor abdominal intenso
Diarrea con sangre
Tú ya sabes, tía: si notas algo “raro”, llamas al médico enseguida.
Interacciones
Este medicamento puede:
Prolongar el efecto de antidiabéticos orales
Dar falsos positivos en pruebas de glucosa
No debe combinarse con eritromicina o lincosamidas
Reducir el efecto de suplementos con hierro, ácido fólico y vitamina B12
Siempre dile al médico todo lo que tomas, incluso infusiones o suplementos “inocentes”.
Dosis olvidada
Si se te olvida una dosis:
No tomes dos juntas
Si ya casi toca la siguiente, simplemente sáltala
Sigue tu horario normal
Sobredosis
Los signos pueden incluir:
Hematomas fáciles
Dolor de garganta persistente
Fiebre
Cansancio extremo
Depresión, confusión
Erupciones o hinchazón
Diarrea grave o sanguinolenta
En caso de sospecha, hay que buscar ayuda médica de inmediato.
Conservación
Guárdalo:
A 15–25°C
Lejos de la luz, humedad y calor
Fuera del alcance de niños y mascotas
Si lo guardas en nevera, no lo congeles
Disponibilidad
Por si te resulta más cómodo, tía:
Puedes comprarlo online en farmacias autorizadas
Con entrega a domicilio en toda España
Servicio disponible las 24 horas del día, por si a las tantas te acuerdas de pedirlo
Aviso importante
Esta información es general y no sustituye las indicaciones de tu médico. Ante cualquier duda, consulta siempre con él o con tu farmacéutico.





