La betametasona es un corticosteroide que se usa para tratar la inflamación, las alergias y las afecciones autoinmunes. Actúa suprimiendo la respuesta inmunitaria y reduciendo la hinchazón y el enrojecimiento. El medicamento está disponible en varias formas, incluidas cremas, tabletas e inyecciones. El uso adecuado y la supervisión médica son importantes para evitar los efectos secundarios del tratamiento a largo plazo.
Uso común
Mira, tita, la betametasona es un corticosteroide que usamos para reducir la inflamación, la hinchazón, el enrojecimiento y las reacciones alérgicas. La recetamos para problemas de la piel, artritis, asma, alergias fuertes y algunas enfermedades autoinmunes. Puede usarse en la piel, por vía oral o incluso mediante inyección, según lo que necesite cada persona.
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Dosis y modo de uso
La dosis y la forma dependen de la enfermedad que estemos tratando. Tu médico decidirá si la necesitas en crema, comprimidos o inyección.
Para uso tópico:
Aplica una capa finita sobre la zona afectada 1–2 veces al día.
Para comprimidos o inyecciones:
Síguelas exactamente como te indique tu médico.
Nunca suspendas el tratamiento de golpe; los corticoides hay que dejarlos poco a poco para evitar problemas hormonales.
Precauciones
Antes de empezar, cuéntale a tu médico si tienes:
diabetes,
hipertensión,
infecciones,
osteoporosis,
enfermedades del hígado.
El uso prolongado puede bajar las defensas y alterar el equilibrio hormonal. Evita el contacto con personas que tengan enfermedades contagiosas como varicela o sarampión.
Contraindicaciones
No se debe usar betametasona si:
tienes infecciones por hongos en todo el cuerpo,
eres alérgica a los corticosteroides,
tienes infecciones cutáneas sin tratar,
la zona tiene heridas abiertas (a menos que el médico lo autorice).
Durante el embarazo o la lactancia, solo debe usarse bajo control médico.
Posibles efectos secundarios
Los más comunes:
aumento del apetito,
aumento de peso,
cambios de humor,
problemas de sueño,
adelgazamiento de la piel (con uso tópico).
Con dosis altas o uso prolongado pueden aparecer:
supresión de las glándulas suprarrenales,
síndrome de Cushing,
huesos debilitados.
Avisa al médico si tienes efectos graves como problemas de visión o hinchazón intensa.
Interacciones
La betametasona puede interactuar con:
warfarina,
insulina y otros fármacos para la diabetes,
diuréticos,
vacunas vivas,
medicamentos como fenitoína o rifampicina, que pueden disminuir su efecto.
Siempre informa de todos los medicamentos, suplementos y productos herbales que tomes.
Dosis olvidada
Si olvidas una dosis, tómala cuando lo recuerdes. Si ya falta poco para la siguiente, sáltatela. No tomes dosis doble.
Sobredosis
Una sobredosis prolongada puede causar:
síndrome de Cushing,
desequilibrios electrolíticos,
supresión adrenal.
La sobredosis aguda es rara, pero si la sospechas, acude inmediatamente al médico.
Conservación
Guárdala a temperatura ambiente, lejos de humedad y luz. Las cremas y lociones no deben congelarse. Mantén todo fuera del alcance de los niños.
Aviso importante
Tita, esto es solo información general para orientarte. Las indicaciones exactas siempre deben venir de tu médico, que conoce tu caso al detalle.





