El fluconazol es un medicamento antimicótico de amplio espectro que se usa para tratar infecciones por hongos y levaduras en varias partes del cuerpo. Funciona al alterar la membrana celular fúngica, lo que lleva a la muerte celular. El medicamento generalmente se tolera bien, aunque requiere precaución en pacientes con problemas hepáticos. Está disponible en tabletas, líquidos y formas intravenosas.
Uso común
Mira, tía, fluconazol es un antifúngico que se usa para tratar y prevenir diferentes infecciones por hongos y levaduras. Funciona frenando la producción de ergosterol, una sustancia esencial para la membrana de los hongos; sin ella, la célula se debilita y acaba muriendo.
Suele emplearse para:
candidiasis vaginal,
muguet u hongos en la boca (candidiasis oral),
meningitis criptocócica,
candidiasis sistémica,
infecciones por levaduras en piel y mucosas.
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Dosis y modo de uso
El fluconazol puede tomarse por vía oral o intravenosa, según la gravedad de la infección.
En casos de candidiasis vaginal, muchas veces basta con una sola dosis.
Para infecciones más serias o sistémicas, se necesitan tratamientos más largos.
Puedes tomarlo con o sin comida. Eso sí, tía: sigue exactamente la dosis y duración que te indique tu médico, que para eso te conoce bien.
Precauciones
Antes de comenzar el tratamiento, comenta si tienes:
enfermedad del hígado,
problemas de riñón,
historial de alteraciones del ritmo cardíaco.
El fluconazol puede afectar a la función hepática, por lo que en tratamientos prolongados suele hacerse algún control analítico.
Puede producir mareo, así que mejor evita conducir hasta ver cómo te sienta.
Durante el embarazo, especialmente con dosis altas, hay que tener mucho cuidado. Consulta siempre antes.
Contraindicaciones
No debe usarse si eres alérgica al fluconazol o a otros antifúngicos azólicos.
Debe evitarse si la persona toma medicamentos que puedan causar arritmias graves al combinarse con fluconazol.
En pacientes con daño hepático significativo, solo debe usarse si no hay otra opción.
No se recomienda durante el primer trimestre del embarazo, salvo casos muy justificados.
Posibles efectos secundarios
Los más comunes incluyen:
dolor de cabeza,
náuseas o molestias estomacales,
diarrea,
mareos.
También pueden aparecer:
erupciones cutáneas,
aumento de enzimas hepáticas.
Efectos raros pero serios:
problemas hepáticos,
prolongación del intervalo QT (alteración del ritmo del corazón),
reacciones alérgicas importantes.
Si notas ictericia (piel amarillenta), orina oscura o latidos irregulares, busca ayuda médica enseguida, ¿vale, tía?
Interacciones
El fluconazol puede interactuar con:
warfarina,
fenitoína,
ciclosporina,
algunos antidiabéticos orales,
medicamentos para el corazón o las convulsiones.
Estas interacciones pueden elevar los niveles de uno u otro medicamento y aumentar el riesgo de toxicidad.
Informa siempre a tu médico de todos los fármacos, suplementos y remedios naturales que estés usando.
Dosis olvidada
Si se te olvida una dosis, tómala cuando te acuerdes. Pero si ya casi toca la siguiente, sáltate la olvidada y sigue tu horario.
Nunca tomes dosis dobles. Mantener la regularidad ayuda a que el tratamiento sea más efectivo.
Sobredosis
Una sobredosis puede provocar:
alucinaciones,
paranoia,
alteraciones hepáticas.
Si crees que has tomado demasiado, busca atención médica urgente. El tratamiento será de apoyo y vigilancia, ya que no existe un antídoto específico.
Conservación
Guárdalo a temperatura ambiente, protegido de la luz, el calor y la humedad. Conserva el envase bien cerrado y fuera del alcance de los niños. No lo uses si está caducado.
Aviso importante
Esta información es general y no sustituye las indicaciones personalizadas de tu médico. Si tienes dudas, tía, ya sabes: mejor preguntarlo y quedarte tranquila.





