El ketoconazol es un medicamento antimicótico que se usa para tratar la piel, el cuero cabelludo y las infecciones fúngicas internas. Está disponible tanto en forma tópica como oral, aunque el uso oral es limitado debido a los riesgos hepáticos. Funciona bloqueando el crecimiento y la propagación de hongos. El uso adecuado y el control médico son esenciales para la seguridad y la eficacia.
Uso común
El ketoconazol es un antifúngico que se utiliza para tratar distintas infecciones causadas por hongos, tanto en la piel, el cuero cabelludo como, en casos más serios, en órganos internos.
Puede encontrarse en varias presentaciones:
Cremas y geles para la piel
Champú para el cuero cabelludo
Tabletas orales (estas se reservan para infecciones graves debido al riesgo de toxicidad hepática)
El ketoconazol actúa alterando la membrana de las células fúngicas, impidiendo que el hongo crezca y se multiplique. Se usa para tratar dermatitis seborreica, tiñas y algunas infecciones sistémicas.
Cómo usarlo
Uso tópico (cremas):
Aplica una capa fina sobre la zona afectada 1–2 veces al día, siguiendo las indicaciones del médico.
Champú:
Generalmente se usa 2–3 veces por semana, según el tipo de problema.
Tabletas orales:
Se toman una vez al día con comida.
Debido a su riesgo de daño hepático, hoy se reservan solo para infecciones graves y siempre bajo supervisión médica estricta.
Sigue siempre las instrucciones exactas de tu profesional de salud.
Precauciones
Antes de usar ketoconazol, informa a tu médico si tienes:
enfermedades del hígado,
consumo elevado de alcohol,
problemas en las glándulas suprarrenales.
Evita el alcohol durante el tratamiento, especialmente si usas la forma oral. El uso prolongado o en áreas muy extensas puede aumentar la absorción del ketoconazol tópico. Con el ketoconazol oral se requieren controles periódicos, especialmente pruebas de función hepática.
Contraindicaciones
No debe usarse si hay alergia conocida al ketoconazol. La forma oral no se recomienda para:
infecciones leves de piel
hongos en uñas
Tampoco debe combinarse con ciertos medicamentos que pueden causar arritmias graves, como dofetilida o quinidina. Debe evitarse durante el embarazo y la lactancia salvo necesidad estricta valorada por un médico.
Posibles efectos secundarios
Uso tópico:
enrojecimiento, picor o irritación en la zona aplicada.
Uso oral:
náuseas, dolor de cabeza, molestias abdominales, fatiga
riesgo de toxicidad hepática
Efectos graves (poco frecuentes):
hepatitis
insuficiencia suprarrenal
reacciones alérgicas severas
Busca ayuda inmediata si notas señales de daño hepático: piel amarilla, orina oscura o cansancio extremo.
Interacciones
El ketoconazol oral tiene muchas interacciones importantes, por ejemplo con:
anticoagulantes
antiarrítmicos
estatinas
ciertos sedantes
Aumenta los niveles de medicamentos metabolizados por la vía CYP3A4, lo que puede producir efectos adversos graves.
Los antiácidos y los inhibidores de la bomba de protones pueden reducir su absorción.
Informa siempre a tu médico de todos los medicamentos, suplementos y productos herbales que uses.
Dosis olvidada
Si olvidaste una dosis oral, tómala cuando lo recuerdes, a menos que esté cerca la siguiente. No dupliques dosis.
Para las formas tópicas, simplemente continúa con la aplicación habitual. La constancia ayuda a que el tratamiento sea más eficaz.
Sobredosis
La sobredosis (generalmente con la forma oral) puede causar:
dolor de cabeza
mareos
náuseas
signos de daño hepático
En caso de sospecha, busca atención médica inmediata. No existe antídoto específico; el tratamiento es de soporte.
Conservación
Guarda el ketoconazol a temperatura ambiente, alejado de calor, humedad y luz directa. Los productos tópicos deben mantenerse bien cerrados. No congeles las presentaciones líquidas. Mantén todos los medicamentos fuera del alcance de niños y mascotas.
Aviso importante
Esta información es general y no sustituye la valoración de un profesional sanitario. No la utilices para autodiagnóstico ni para automedicarte. Sigue siempre las indicaciones de tu médico o farmacéutica.





