Vibramycin es un antibiótico de tetraciclina para tratar la periodontitis, el acné, combatir la gonorrea y la clamidia.
Uso común
Vibramycin es un antibiótico del grupo de las tetraciclinas, usado para tratar muchos tipos de infecciones bacterianas. Suele emplearse para:
infecciones del tracto respiratorio y urinario,
periodontitis,
acné,
gonorrea,
clamidia y otras infecciones bacterianas frecuentes.
Además, se utiliza para tratar lesiones, granitos y brotes tipo acné asociados a la rosácea (aunque no mejora el enrojecimiento). También puede usarse para prevenir ciertos tipos de malaria en viajeros que estarán menos de 4 meses en zonas de riesgo.
Actúa frenando el crecimiento de las bacterias, ayudando al cuerpo a controlar la infección.
Dosis y modo de uso
Toma Vibramycin por vía oral con un vaso grande de agua o leche, o acompañado de comida. La dosis depende del tipo de infección; por eso es importantísimo no usarlo sin la recomendación de un médico.
En adultos, la pauta más habitual para infecciones agudas es:
200 mg el primer día (en una toma o divididos),
seguidos de 100 mg diarios como mantenimiento.
Para niños, la dosis debe ser ajustada exclusivamente por un médico.
Nota: Esta explicación es solo informativa. Siempre es necesario consultar al médico para obtener la pauta correcta.
Precauciones
No tomes la pastilla justo antes de acostarte: puede causar irritación o dolor en la garganta al permanecer en el esófago.
Bebe agua o leche al tomarla para reducir molestias.
Puede producir fotosensibilidad, es decir, que te quemes más rápido con el sol.
Si estás tratando una infección de transmisión sexual, evita el contacto sexual y recuerda que tu pareja también podría necesitar tratamiento.
Si tienes diarrea intensa, con sangre o muy acuosa, llama al médico.
No debe usarse durante el embarazo ni la lactancia sin recomendación médica.
Contraindicaciones
Vibramycin no está indicado para:
personas con alergia a tetraciclinas o bisulfitos,
niños menores de 12 años,
embarazadas o madres en período de lactancia.
Posibles efectos secundarios
Busca ayuda médica inmediata si presentas:
urticaria, hinchazón en rostro, labios o garganta,
dolor de cabeza severo, mareos, visión borrosa,
fiebre, escalofríos o síntomas gripales fuertes,
ampollas o descamación de la piel,
disminución grave de la orina,
piel amarilla, orina oscura, confusión o debilidad,
dolor abdominal intenso que se irradia a la espalda,
pérdida de apetito, ictericia, hematomas fáciles o sangrado.
Efectos menos graves incluyen:
hinchazón de la lengua, dificultad para tragar,
náuseas leves, vómitos o malestar estomacal,
manchas o llagas en boca o labios,
irritación rectal o genital,
picazón o flujo vaginal.
Si notas cualquier síntoma fuera de lo normal, consulta con un médico cuanto antes.
Interacciones con otros medicamentos
Vibramycin puede interactuar con:
medicamentos para el colesterol como colestiramina o colestipol,
isotretinoína o tretinoína,
antiácidos (Tums, Maalox, etc.),
productos con bismuto (como Pepto-Bismol),
suplementos de hierro, zinc, calcio o magnesio,
anticoagulantes como warfarina,
antibióticos penicilínicos.
Una interacción no siempre significa que debes dejar un medicamento; sin embargo, el médico debe supervisar cómo combinarlos.
Dosis olvidada
Si olvidaste una dosis, tómala cuando lo recuerdes, siempre y cuando no esté muy cerca de la siguiente toma. No tomes dosis dobles. Continúa con tu horario habitual al día siguiente.
Sobredosis
La sobredosis puede causar náuseas, vómitos y diarrea. Si sospechas que tomaste de más o notas síntomas fuertes, busca atención médica de inmediato.
Conservación
Guarda el medicamento a temperatura ambiente (15–25 °C), en un lugar seco, lejos de la luz, y fuera del alcance de niños y mascotas. No lo uses si está caducado.
Compra y entrega en España
Vibramycin puede comprarse online de forma discreta y cómoda.
La entrega se realiza a domicilio en toda España.
Puedes hacer tu pedido las 24 horas del día, cualquier día de la semana.
Aviso importante
Esta información es general y no sustituye el asesoramiento médico personalizado. Siempre consulta a un profesional sanitario antes de iniciar cualquier tratamiento.





