La gabapentina se usa para controlar el dolor nervioso y ciertos tipos de convulsiones al calmar los nervios hiperactivos en el cerebro. Puede causar mareos o somnolencia y debe iniciarse con una dosis baja y aumentarse gradualmente. La dosificación constante es clave para la efectividad. Se requiere precaución con problemas renales y otros medicamentos sedantes.
Uso común
Tía, la gabapentina se usa sobre todo para tratar el dolor nervioso que queda después del herpes zóster (la famosa “culebrilla”), lo que llamamos neuralgia posherpética. También ayuda a controlar ciertos tipos de crisis epilépticas, y a veces los médicos la recetan para otros problemas como:
el síndrome de piernas inquietas,
la fibromialgia,
o algunos tipos de dolor neuropático.
Actúa regulando los canales de calcio en el sistema nervioso, estabilizando la actividad de los nervios. Y no se parece químicamente a otros antiepilépticos ni analgésicos.
Dosis y modo de uso
Normalmente se toma tres veces al día, con o sin comida.
La dosis se empieza baja y se va aumentando poco a poco para evitar mareos y otros efectos.
Debes tragar los comprimidos enteros, con un vaso de agua.
La dosis exacta depende de tu situación concreta: la enfermedad, tu edad y cómo funcionan tus riñones.
Precauciones
Avísale al médico si tienes problemas de riñón, antecedentes de depresión, ansiedad u otras alteraciones del ánimo, o si has tenido problemas con consumo de sustancias.
No debes dejarla de golpe, especialmente si la tomas por epilepsia: puede provocar más riesgo de crisis o síntomas de retirada.
Puede causar sueño o mareo, así que no conduzcas ni manejes maquinaria hasta ver cómo te sienta.
En personas mayores y en embarazadas o madres lactantes se usa con más vigilancia.
Contraindicaciones
No debe usarse si eres alérgica a la gabapentina o a alguno de sus componentes. Se debe usar con precaución —y con ajuste de dosis— en personas con insuficiencia renal. Tampoco es adecuada para algunos problemas respiratorios graves sin supervisión estrecha. Y su uso en niños depende de la enfermedad concreta y la edad.
Posibles efectos secundarios
Frecuentes:
mareo,
somnolencia o cansancio,
problemas de coordinación,
temblor,
hinchazón de manos o pies,
visión borrosa.
Raros pero importantes:
cambios bruscos de humor,
ideas suicidas,
alergia (ronchas, picor, dificultad respiratoria).
Si notas cualquier comportamiento extraño, dificultad para respirar o una erupción preocupante, busca atención médica.
Interacciones
Los antiácidos con aluminio o magnesio reducen su absorción: toma gabapentina 2 horas después de ellos.
Alcohol, tranquilizantes o somníferos potencian la somnolencia y mareo.
Puede aumentar el riesgo de depresión respiratoria si se combina con opioides.
Acuérdate de decirle al médico todo lo que tomas, incluso plantas medicinales o suplementos.
Dosis olvidada
Si se te olvida una dosis:
tómala cuando lo recuerdes,
pero si ya casi toca la siguiente, sáltala,
no tomes dos juntas, tía, que no es bueno para tu cuerpo.
La constancia es importante, sobre todo si la usas por epilepsia.
Sobredosis
Puede causar:
somnolencia extrema,
dificultad para hablar,
debilidad fuerte,
respiración lenta (en casos graves).
Busca ayuda médica urgente si crees que tomaste más de lo debido. En algunas personas, sobre todo con problemas renales, puede hacer falta diálisis.
Conservación
Guarda la gabapentina a temperatura ambiente,
lejos de luz y humedad,
siempre en su envase original.
No la uses si está caducada, y mantenla fuera del alcance de niños y mascotas.
Compra y disponibilidad
Tía, para que estés tranquila y no tengas que ir cargando:
la puedes comprar online,
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Aviso importante
Esta información es general y no sustituye a la valoración personalizada de tu médico o farmacéutico. Cada caso necesita sus propias indicaciones y controles.





