Uso común
Mira, tita, esta cremita de betametasona con ácido fusídico se usa cuando hay inflamación en la piel acompañada de una infección bacteriana secundaria. Es muy útil en casos de eccema, dermatitis o picaduras infectadas. La betametasona baja la inflamación y el picor, mientras que el ácido fusídico combate las bacterias que están causando la infección.
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Dosis y modo de uso
Aplícala en capa fina sobre la zona afectada 1–2 veces al día, o como te indique el médico. Evita ponerla en piel abierta, heridas o cerca de los ojos. Lávate bien las manos después de usarla.
Precauciones
El uso prolongado puede adelgazar la piel o provocar resistencia a los antibióticos.
Úsala con cuidado en niños, en zonas grandes del cuerpo o debajo de vendajes oclusivos (porque la piel absorberá más medicamento).
Contraindicaciones
No debes usar esta crema si:
eres alérgica a betametasona, ácido fusídico o alguno de los componentes,
tienes infecciones fúngicas, virales (como herpes) o tuberculosas de la piel.
Posibles efectos secundarios
Los más comunes:
irritación leve,
sensación de quemazón,
picor en la zona de aplicación.
Con uso prolongado pueden aparecer:
piel más fina,
estrías,
efectos hormonales por absorción del corticosteroide.
Si notas algo fuera de lo normal, dímelo, tita.
Interacciones
Son poco frecuentes, pero:
evita usar otros corticosteroides fuertes o otros antibióticos tópicos en la misma zona, salvo indicación médica.
Informa siempre de todas tus cremas, pomadas y medicamentos orales.
Dosis olvidada
Si se te olvida una aplicación, póntela cuando lo recuerdes. Si ya casi toca la siguiente, sáltate la anterior. Nada de aplicarte más cantidad.
Sobredosis
El uso excesivo puede causar:
efectos de corticosteroides en todo el cuerpo,
resistencia bacteriana.
Si notas algo raro tras haberte aplicado demasiado, ponte en contacto con el médico.
Conservación
Guárdala a temperatura ambiente, lejos de la humedad y la luz directa. Mantén el tubo bien cerrado y fuera del alcance de los niños.
Aviso importante
Tita, recuerda: esto es solo una guía general. Las indicaciones exactas siempre deben venir de tu médico, que conoce tu piel y tu historia médica.
