Tacrolimus es un potente medicamento inmunosupresor que se usa para prevenir el rechazo de órganos después del trasplante y para tratar el eccema severo por vía tópica. Actúa inhibiendo la activación de las células inmunitarias, reduciendo la inflamación y los ataques inmunitarios. La monitorización regular es esencial debido a su estrecha ventana terapéutica y sus posibles efectos secundarios.
Uso habitual
Tacrolimus es un fármaco inmunosupresor utilizado para prevenir el rechazo de órganos en pacientes trasplantados, especialmente después de un trasplante de riñón, hígado o corazón. Su acción se basa en inhibir la calcineurina, una enzima clave en la activación de los linfocitos T. Al reducir la respuesta inmunitaria, ayuda al organismo a aceptar el órgano trasplantado.
Dosificación y modo de empleo
Tacrolimus se presenta en cápsulas orales, tabletas de liberación prolongada y formulación intravenosa. La dosis es altamente individualizada y depende del peso, el tipo de trasplante y los niveles sanguíneos del medicamento. Normalmente se administra dos veces al día, con un intervalo de 12 horas.
Debe tomarse con el estómago vacío, siempre a la misma hora, para mantener niveles estables en sangre.
Precauciones
Los pacientes deben realizar controles regulares de sangre para supervisar la función renal, los niveles del fármaco y el estado general. Evita el pomelo y su jugo, ya que pueden aumentar de forma peligrosa los niveles de tacrolimus.
Se requiere especial prudencia en personas con:
enfermedad hepática o renal,
diabetes,
alteraciones electrolíticas.
Contraindicaciones
Tacrolimus está contraindicado en personas con hipersensibilidad al propio medicamento o a antibióticos macrólidos. No debe usarse en pacientes que no puedan ser monitorizados adecuadamente o que tomen medicamentos que interfieran de forma significativa con su metabolismo.
Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben consultar al médico antes de usarlo.
Posibles efectos secundarios
Los efectos frecuentes incluyen temblores, dolor de cabeza, náuseas, hiperglucemia y alteración de la función renal. El uso prolongado puede aumentar el riesgo de:
infecciones,
hipertensión,
ciertos tipos de cáncer, como linfoma.
Comunica de inmediato cualquier síntoma inusual, como cambios en la micción, cansancio persistente o alteraciones visuales.
Interacciones
Tacrolimus presenta numerosas interacciones. Entre los medicamentos que pueden modificar sus niveles sanguíneos se incluyen:
antifúngicos (ketoconazol),
antibióticos (eritromicina),
anticonvulsivos (fenitoína).
Informa al médico sobre todos los medicamentos y suplementos que tomes, incluidos productos herbales como hierba de San Juan (St. John’s Wort). Cualquier cambio de medicación requiere un control estrecho.
Dosis olvidada
Si olvidas una dosis, tómala en cuanto lo recuerdes, a menos que falte poco para la siguiente. No tomes una dosis doble ni cantidades extra. Saltar dosis puede aumentar el riesgo de rechazo del órgano.
Sobredosis
Una sobredosis puede causar insuficiencia renal, convulsiones o supresión inmunitaria extrema. Busca atención médica inmediata si sospechas una sobredosis. El tratamiento es de soporte y requiere vigilancia hospitalaria.





